viernes, 6 de junio de 2008

La pirámide enterrada de Egipto

Después de un año y medio de trabajo, ayer la presentaron al público. Afirman que pertenece al rey egipcio Minkauhor que vivió entre 2430 a. C. y 2420 a. C.

Saqara. EFE.

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Laberíntica. La toma muestra los amplios pasadizos así como el sarcófago del rey egipcio Minkauhor.
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Vigilancia. Un guardián junto a la tumba que guarda un becerro sagrado.
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Manos a la obra. Restauradores en plena faena dentro de la pirámide.
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Redescubridor. Zahi Hawass dirige los trabajos de restauración.
Una pirámide enterrada bajo la arena durante más de un siglo ha vuelto a ver la luz gracias al trabajo de expertos egipcios, que a bombo y platillo presentaron ayer el hallazgo en la necrópolis de Saqara, en las afueras de El Cairo.

El secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades Egipcias, Zahi Hawass, explicó a los periodistas los entresijos del "redescubrimiento" de la pirámide, perteneciente al rey Minkauhor (2430 a. C.-2420 a. C), por parte de arqueólogos egipcios.

Hawass presentó como si fuera suyo el descubrimiento de la pirámide, aunque poco después, ante la sorpresa de los periodistas, aclaró que en realidad el monumento fue hallado por el experto alemán Karl Richard Lepsius (1810-1884), padre de la egiptología.

HALLAZGO DE UN ALEMÁN

Cuestionado por los presentes, Hawass aclaró que, tras su descubrimiento original, la pirámide "desapareció" bajo la arena y ahora un equipo la ha desenterrado tras un año y medio de excavaciones.

Sin embargo, quien visite el lugar no encontrará la típica estructura piramidal de piedra que caracteriza a estos monumentos, sino un hueco excavado en el suelo con los restos "de una cámara funeraria (de una pirámide) y un camino ceremonial empleado por los sacerdotes de Anubis", prosiguió el afamado egiptólogo.

"La cámara estaba a unos 7,6 metros bajo la arena", señaló Hawas.

Mientras el arqueólogo Zahi Hawass, tocado con su ya tradicional sombrero de "cowboy", mostraba los hallazgos a la prensa, un grupo de expertos egipcios se afanaba bajo un sol de justicia en los trabajos en la cámara funeraria bajo la mirada atenta de los fotógrafos.

En la cámara, que se encuentra por completo al aire libre, reposa la tapa del sarcófago donde alguna estuvo enterrado el rey, de un color más oscuro.

Junto a los vestigios de la pirámide, los vecinos de tres casas contiguas al yacimiento observaban desde lejos la presentación.

Hawass señaló a las casas y advirtió que sus habitantes "pronto serán trasladados a otro lugar del valle", porque se cree que la entrada de la pirámide se encuentra "bajo este pueblo".

Los expertos averiguaron que el monumento, conocido como la pirámide 29, pertenecía al rey Minkauhor porque "el tamaño de los bloques de piedra, el material del que está hecho el sarcófago y el tamaño de la tumba son típicos de la Dinastía V y el único rey cuya pirámide todavía no se había descubierto era Minkauhor".

EL DIOS ANUBIS

Junto a la cámara funeraria transcurre el camino ceremonial utilizado por el sumo sacerdote de Anubis, dios de los cementerios, y donde los arqueólogos han encontrado una inscripción de Ptolomeo V (204-180 a. C.), que ha permitido conocer la fecha en la que fue creada la vía.

El camino conduce al "Serapeum", un complejo funerario cercano en el que eran sepultadas momias de toros sagrados y se celebraban rituales religiosos.

EL DATO

Sarcófagos. Se afirma que en el "Serapeum" de Saqara, cerrado hace diez años por trabajos de restauración que todavía continúan, existen 24 sarcófagos de toros sagrados, aunque solo se ha encontrado la momia de uno



Fuente: larepublica.com.pe


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